Os presento un postre nada
empalagoso y muy refrescante. El resultado es una tarta muy compacta y elegante, ideal para cualquier
celebración.
Ingredientes:
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150 g de galletas maría
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80 g de mantequilla
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400 ml de nata para montar
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200 g de queso de untar (yo usé Philadelphia)
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120 g de azúcar
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5 hojas de gelatina
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140 ml de zumo de limón
Preparación:
Trituramos las galletas y las
mezclamos con la mantequilla derretida. A continuación, vertemos el preparado
sobre un molde desmontable y lo dejamos en la nevera.
Para realizar la mousse,
hidratamos la gelatina en agua fría, mientras, montamos la nata con la mitad
del azúcar y reservamos. En un bol aparte, batimos el queso.
Calentamos el zumo de limón
colado con la mitad del azúcar restante, en un cazo, le añadimos la gelatina,
mezclamos y dejamos enfriar un poco.
Le añadimos al queso la mezcla
del zumo de limón y mezclamos. Incorporamos la nata montada y mezclamos con
movimientos envolventes.
La vertemos sobre la base de galletas y lo
introducimos en la nevera unas 3 horas
(aunque está mejor si lo hacemos de un día para otro).
Para terminar, desmoldamos la
tarta pasando un cuchillo y servimos (podemos
decorar con un poco de ralladura de limón)
¡Una tarta estupenda! Se me cortó un poco la nata pero lo supe arreglar, al final no perdió su buen sabor. Quería preguntaros: ¿qué puedo hacer para restarle acidez?
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